IRENE SANDERS
NOTA PUBLICADA EN EL PERIODICO CLARAMENTE:´´LA VOZ MELODICA DE LA VILLURCA´´ Tiene una voz que subyuga y un manejo del espectáculo que muchos quisieran tener. Al escucharla uno siente que se transporta y se olvida del tiempo, desearía que ese momento no terminara jamás. Ella nació y vive en Villa Urquiza, ama su barrio y no piensa dejarlo por nada. Hija de músicos por excelencia, su padre era cantante lírico y melódico y su madre concertista de piano, comenzó a cantar desde muy pequeña bajo la mirada crítica de su madre, quien jamás dejó de guiarla y aconsejarla en su carrera. Estudió en el colegio Thomas Devoto y allí siempre fue la que amenizaba con su voz las fiestas escolares. Comenzó su carrera artística en 1982, cuando cursaba sus estudios de teatro en el Conservatorio Nacional de Arte Dramático (1985). Luego durante cinco años tomó clases de teatro con Oscar Rovito, de quien guarda un cariñoso recuerdo. Formó parte del elenco de distintas Compañías de Teatro Independiente, la última “Luminarias 77” contó con su presencia por tres años consecutivos, pero tuvo que alejarse para poder dedicarse de lleno al canto que es su vocación. Como cantante, participó en diversos festivales, shows en pubs de la Capital y recitales (Teatro LYF, Café Torntoni, El Conde de Palermo, etc.). En 1996 participó en el concurso Un demo al éxito, por FM Latinoamericana en el que obtuvo el Primer Puesto con difusión del demo durante todo un mes. A fines del año siguiente, concursó en el certamen Buscando la voz 97, organizado por Cacho Castaña Producciones, donde logró una excelente calificación. Desde hace 10 años decidió cantar en forma profesional y en el año 2000 se presenta en el Festival de la Canción Latinoamericana de California, donde obtuvo el 1º lugar “Disco de Oro” (ver foto), con el tema “No rompas mi corazón”, categoría intérpretes de canciones conocidas. Es de destacar que en el mismo participaban representantes de todo el mundo. Actualmente está esperando la respuesta de una importante productora para grabar su primer CD y en busca de un buen representante que la guié y asesore. Cuando le preguntamos cuales eran sus mejores recuerdos de su trayectoria artística nos respondió: “el día que canté acapella el Himno Nacional ante 2000 personas en el Teatro Santa María, invitada por el periodista Miguel Ángel de Renzes. Pocos días después me llamó el Embajador de Ecuador para cantar en la Cena Presidencial, ante los Presidentes y Embajadores de Latinoamérica, año 2001… Y el día de la inauguración de la Sala de Teatro -Roberto De Pari - donde actúa “Luminarias 77”. Esa noche me ocurrió algo muy gracioso: me entregaron un micrófono inalámbrico para que pudiera desplazarme tranquilamente por la sala, pero lo comico del caso fue que no podía moverme más que de un pequeño espacio dado que si lo hacia perdía totalmente la señal. Terminé cantando sin él y para mi sorpresa 200 personas me acompañaron coreando el tema “Color Esperanza”, de Diego Torres. Esperanza es lo que Irene no pierde y espera en un futuro no muy lejano poder cumplir su sueño, grabar y presentar sus recitales como las grandes estrellas. Condiciones no le faltan y empuje tampoco. ADELANTE.